Antigua Sede de la Dirección General de Seguridad (DGS)



 Ilustración de Yeyé Torres @ye2draws


El edificio que hoy alberga La Presidencia de la Comunidad de Madrid, conocido como La Real Casa de Correos, ubicado en la emblemática Puerta del Sol, posee un pasado marcado por la represión durante el Franquismo y la Dictadura, que continuó con el período denominado "La Transición". Este edificio fue sede de la temida Brigada Político Social, un organismo que desempeñó un papel central en la persecución, detención y tortura de numerosos militantes antifascistas y antifranquistas. Actualmente, el edificio se ha transformado en un símbolo institucional y festivo, siendo la sede del gobierno regional y el lugar donde anualmente se celebran las campanadas de Nochevieja, un evento que marca el inicio del Año Nuevo. A pesar de su relevancia histórica y simbólica, en la actualidad no existe ninguna placa conmemorativa ni centro memorialista que recuerde el oscuro pasado de represión y sufrimiento asociado a este edificio. Esta omisión representa  la intencionalidad institucional dirigida al olvido de un pasado represivo que contribuye a cimentar los pilares de poder actual, evitando reconocer plenamente las raíces autoritarias que aun permean en las estructuras y narrativas del Estado español. También esta estrategia busca silenciar la lucha de aquellos militantes, que  se organizaron y combatieron  por una sociedad más libre, igualitaria, solidaria y justa,  impidiendo que su legado sea trasmitido generacionalmente a los jóvenes  privándoles  de la oportunidad de tomar el relevo de sus resistencia.

La Dirección General de Seguridad. Espacio de represión y tortura "La Casa" de la Brigada Político Social 

La actuación de la Brigada Político Social y como funcionaba la DGS durante la Transición es de lo que trata esta entrada. Sin embargo, es conveniente recordar que la historia de represión entre los muros de este edificio se remonta mucho antes. Desde finales del XIX y principios del XX, la DGS jugó un papel crucial en la represión de movimientos sociales y políticos. Después del Golpe de Estado de 1936 se gestaron inicialmente las primeras estructuras de organización social en las cuales la represión policial se establecería como el instrumento fundamental para la consolidación de las bases del movimiento  (Tejada,2022). Con la entrada de las tropas franquistas en Madrid al finalizar la Guerra Civil, la DGS se consolidó como epicentro de la represión estatal.

Figura 1 y 2. Collage de fotos de la Transición y recorrido cartográfico

                      Figura 3. Sótanos de la BPS                   

                                                             Fuente: Archivos de la Transición                                                               

Figura 4. Portada del libro: "La DGS, el palacio del terror franquista". Pablo Alcántara , 2024 
                                                                                                                 
  

No sería hasta 1941 cuando se oficializaría la Brigada Político Social como salvaguarda de la moral franquista. Esta brigada se emplearía afondo en la eliminación de los disidentes del régimen, utilizando métodos de tortura que se habían trasmitido durante generaciones policiales y que incluían métodos de tortura como la asfixia, la privación de sueño, la inmersión en piletas de agua y el aislamiento prolongado. Durante los 50 y 60 muchos policías españoles viajaron a EEUU a recibir instrucción a manos de la CIA y el FBI. 

El aparato ideológico franquista era contundente y bien formado. No solo se limitaba a conseguir información sino que tenía implícito un adoctrinamiento social, provocando el miedo a salirse de lo impuesto por la doctrina del régimen (Alcántara,2022).

Durante el Tardofranquismo fueron muchos los que se sumaron a la militancia antifranquista al ver cercano el final del dictador. Se vislumbraba la oportunidad de desafiar el status quo y, por fin, construir un modelo social justo, ese que el país tanto merecía tras cuarenta años de oscurantismo , miedo y silencio. 

Pero la tortura sistemática se incrementó. Las cargas policiales se sucedían en las universidades, en los centros de trabajo, en los barrios, en cualquier lugar donde se levantase una voz contra la dictadura y a favor de la libertad y la democracia. Los detenidos eran trasladados a Dirección General de Seguridad. 

En los calabozos de la DGS  se superaban los tiempos de detención, como denuncia Benito Laiz, activista de la Comuna y parte de la Querella Argentina,  detenido durante más de veinte días en este edificio. Su delito fue acudir a pedir asesoramiento laboral a un despacho de abogados sindicalistas. A causa de esto, perdió su puesto de trabajo (La Comuna, 2024).

 Algunos no soportaban las tortura entre estos muros y recurrieron al suicidio; otros murieron debido a ellas. El castigo psicológico y emocional era muy recurrente como nos comentó durante el recorrido Luis Suárez-Carreño. Él fue detenido en numerosas ocasiones, también junto a su compañera, utilizando esta táctica para quebrantar su resistencia. 

Fue la etapa donde algunos de los miembros de la Brigada Político social alcanzaron la fama por su brutalidad en los interrogatorios, como Antonio González Pacheco, "Billy el Niño", quien,  pesé a estar perseguido por la justicia internacional, murió condecorado en 2020, cuarenta y cinco años después del fin oficial de la dictadura franquista, fue solo después de su muerte cuando se reabre el debate y se le retiran las medallas. 

Memoria selectiva: el silencio institucional sobre la represión en la Puerta del Sol

A pesar de haber transcurrido casi cincuenta años de la muerte de Franco, es a partir del año 2000 cuando desde la  sociedad civil  se empieza a exigir la reparación de los crímenes del Franquismo.

El debate y las demandas sobre el periodo de la Transición es mucho más reciente e incómodo, pues la legitimidad del Estado actual recae en las narrativas que mitifican esta etapa,  este relato también  engloba los espacios.

En la Puerta del Sol no hay ninguna referencia a que este edificio fue centro de detención y torturas durante el Franquismo y la Transición. Sin embargo, podemos observar  placas conmemorativas dedicadas a las víctimas del 11M, los héroes del 2 de Mayo o los damnificados por la COVID-19; Estas  placas son  muy loables, pero no tienen  relación directa con el edificio. Esto refleja que la institucionalidad reconoce que la memoria es importante y el recuerdo en los espacios públicos, pero no todas las memorias caben en estos reconocimientos. 

Ha sido desde la sociedad civil, desde los colectivos memorialistas los que han abogado por convertir la Real Casa de Correos en un centro de memoria que reconozca y honre a las víctimas que sufrieron en sus instalaciones. Como muestra por su reclamación, estos colectivos han hecho varios actos de protestas y concentraciones para que se cumpla la Ley de Memoria Democrática aprobada en 2023 bajo el lema:  “En recuerdo a las personas aquí detenidas por defender la verdad, la democracia y la justicia social". Si analizamos las causas de esta desmemoria, nos topamos directamente con lo sucedido en la Transición y en la imagen colectiva que tenemos de ella. En primer lugar la Ley de Amnistía 1977, una ley de punto final, perdonó muchos de los crímenes cometidos por la policía franquista en pos de una falsa reconciliación (La Comuna, 2024).

Durante muchos años, la idealización de la Transición nos ha sumido en una amnesia colectiva, que influencia en como sentimos el pasado, sesgada desde  la narrativa oficial y mediática.

A la hora de documentar este artículo, encontramos muchas dificultades de verificación de fechas y mucha confusión respecto a la desaparición de la DGS y cual fue el proceso de transición del edificio y la Brigada Político Social .En muchos documentos se indica que desaparece tras la muerte de Franco,  recientemente se han surgido varias investigaciones que evidencia  la realidad ,es en 1978 cuando es reestructurada  y sustituida por la Brigada Central de Información, y su desaparición no se formaliza hasta 1986.La mayoría de los integrantes de la BPS continuaron sus carreras dentro de la policía española o en otros puestos institucionales. La mayoría de los textos e investigaciones.

Las actuaciones policiales durante el final del Franquismo y la Transición son muy difíciles de documentar debido a la vigencia de la Ley de Secretos oficiales de 1968 y la Ley de Patrimonio Histórico, que impiden la consulta de expedientes con información policial (Alcántara, 2024).

Por todo esto, es necesario recurrir al relato oral de sus testigos. Escuchar y preservar las voces de quienes vivieron aquellos años es esencial no solo para comprender plenamente nuestro pasado, sino para honrar su memoria y poder garantizar su legado. 

   Figura 5. Portada del libro:" La secreta de Franco". Pablo Alcántara, 2022



Redescubriendo Madrid: desde el Km0 de la memoria 


Existen diferentes planos sociales en la cartografía de Madrid: el de  los barrios que han logrado sus objetivos a base de lucha, el de las instituciones y administraciones, el del ámbito comercial que fomenta el consumo, y el del Madrid turístico que  transforma la ciudad en un escenario de entretenimiento y gentrificación. 

Sin embargo a través de este proyecto se descubre también un Madrid de la memoria. Llevamos tres años trabajando sobre el relato contrahegemónico de la Transición, pero este proyecto  ha cambiado nuestra  percepción del espacio urbano, impregnando lugares cotidianos con un tejido vivo de resistencias que comparten superficie  con la represión. Se reconoce ahora un Madrid asociado a  Mariluz, Arturo, Manuel, Luis,  así como a los Abogados de Atocha y otros olvidados tras la Ley de Amnistía y la Transición. 

Este proyecto de mapeo  social   ha sumado a nuestro compromiso académico la construcción de un relato de  Madrid de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de no repetición.


                                                                                                           Beatriz Huertas González Estudiante de Ciencias Políticas UCM.



Bibliografía



Alcántara, P .(2022) La secreta de Franco. Espasa

 

Alcántara, P. (2024).El palacio del terror franquista. Espasa


Clave, L. (2024, marzo 27). Qué fue la Dirección General de Seguridad, la policía franquista de la que formaba parte “Billy el Niño”. LaSexta.https://www.lasexta.com/programas/lasexta-clave/que-fue-direccion-general-seguridad-policia-franquista-que-formaba-parte-billy-nino_2024032766047f6a5e1b1f000114b2c0.html?so=so%3Asour-twitter%3Acn-lasextatv

 

L. C. ( 2024, junio 24)En la Puerta del Sol por la declaración como lugar de memoria de la antigua DGS. Lacomunapresxsdelfranquismo.org. el  https://www.lacomunapresxsdelfranquismo.org/2024/02/06/concentracion-en-la-puerta-del-sol-por-la-declaracion-como-lugar-de-memoria-de-la-antigua-dgs/


Tejada, F. (2021 )DGS, sótano de la muerte. Viajandoentrelatormenta.com https://viajandoentrelatormenta.com/dgs-sotano-de-muerte/


Tejada, S. M. (2022). La Dirección General de Seguridad durante el Franquismo. Un instrumento clave para la represión política. Ius fugit: Revista interdisciplinar de estudios histórico-jurídicos, (25), 71-102.


Torrús, A.(2016 )V.oces desde el palacio del terror franquista. Públichttps://www.publico.es/politica/voces-palacio-del-terror-franquista.htmhttps:/








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